jueves, 3 de diciembre de 2009

Nuestro origen, cauce y fundamento


Ella era de casa
de puertas abiertas,
sus ollas, manantial
inagotable,
en sus manos
cabía el mundo,
en sus ojos
todo el amor,
lecho, origen, coraje,
cauce y fundamento

Ella era de
manos tibias,
pecho materno,
abundante, nutritivo,
sonrisa amable,
abrazo fraterno,
regazo dispuesto,
la ternura
convertida en mujer,
incondicional
en la entrega,
protectora infinita.

Un día le venció
la fatiga y el dolor,
en su lucha sostenida
por no dejar este planeta
que tanto amaba,
y en un abrazo
de luna y luz,
marchó hacia infinito.

En nuestras sienes
un legado de amor
de cálida sonrisa
de entrega total.

Fueron lentos los pasos
para aceptar su sosiego,
lágrimas silenciosas
y la tristeza se hizo
profunda, eterna...

6 comentarios:

  1. en sus manos
    cabía el mundo,
    en sus ojos
    todo el amor,///


    Sólo una madre.
    Nadie más puede reunir esos dos milagros eternos.

    Tu poesía ELEVA.
    Tu poesía NUTRE.
    Tu poesía EMOCIONA.

    Qué más se puede pedir de Un poeta, Pedro?


    SIL

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  2. Tengo el convencimiento que ella ha leído este poema y si a mi se me han llenado los ojos de niñez a ella seguro que de agradecimiento y orgullo.

    Abrazos.

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  3. Sil amiga poeta nuevamente me emocionan tus comentarios, gracias por tu presencia y dejar tu bella huella.

    un abrazo fraternal
    saludos

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  4. Manolo amigo gracias por tu visita y tu amable comentario.

    un abrazo fraterno
    saludos

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  5. me remeciste!!
    la mía partió hace un año y medio
    y es un tremendo forado que no se llena ni se olvida

    besitos de luz

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  6. Lo siento Elisa, gracias por estar presente y tener el coraje de dejar comentario.

    un abrazo fraternal
    saludos

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