jueves, 25 de junio de 2009

...y se quedó la voz la guitarra


Fue canto mortal, era canto peligroso,
música sediciosa y clandestina,
melodía que desafiaba la guillotina
por un camino siniestro y pedregoso,

los acordes se vistieron de misterios,
los versos fueron versos de otro tiempo,
brisa fresca, agua pura en desierto

abrazo esperanzador en cautiverio,

la palabra disfrazaba el contenido,
las garras del rapiña esquivando,
bálsamo para corazones heridos,

canción nueva que aún sigue sonando
es susurro suave, grito, alarido

de todo un pueblo que sueña cantando.