Blancas viajeras

Un día de ventanas abiertas,
luz clara me ha inundando,
nubes blancas en fondo azul.

Corren fugitivas del verano
escenario de cielo abierto
batalla de gigantes albinos
figuras de bailarinas gordas
grandes barcos deformándose.

Todas viajan al encuentro del frío,
huyen del calor y no evaporarse,
algunas coronan montañas,
cobijan-se en valles de alturas,
intento vano para no desaparecer y
convertirse en lluvia, que es su sueño.

Viajeras espumosas, albas compañeras
¿donde terminará vuestro mágico viaje?
¿donde dormirán vestidas de cristal?,
para ser fluvial que desata la vida
en caída torrente hacia su raíz.

Aferrado al paisaje girando al revés,
algo de mi cabalga sus lomos blancos
tratando de descubrir la fascinación,
que embarga contemplar la belleza
de paisaje, en pálido movimiento.

Proveedor

Se levanto temprano en silencio
esa mañana helada y luminosa.

Compartiría sudores y miradas
adivinando historias silenciosas,
detrás de caretas indiferentes,
pupilas vueltas hacia adentro,
almas que parecen marchitarse,
rostros de sonrisas escondidas.

Por afán de procurarse el sustento
a postergado proyectos anhelados
abrazando tareas con paciencia
ha olvidado de la vida su esencia

Asaltan-le la duda y la nostalgia
desatando deseos clandestinos
que deshace en un vaso de vino,
esperando un mejor destino
para su prole con cariño.

Navegantes del olvido

La tierra responde sequedades,
a veces se siembran ambiciones
y solo se cosecha la locura,

por una promesa de futuro,
dejaste que flotarán tus sueños
en busca de salado porvenir,
ese mar que te hablaba esperanzas
fue refugio de tus sobresaltos,

quedaron clavadas hacia el infinito
tus saladas pupilas en sueño eterno
y fuiste número en la estadística,
que a la deriva se durmió un día
sin cumplir los augurios de mejor vida.