¿Ahora donde te hallo?

¿Quién te dijo que ocultaras tus manos?
¿que buscaras escondite para tesoros?
¿que amurallaras tus sentidos al exterminio?
¿que palabra sería metálica mercadería?
¿que designios que te nutren se tasarían?
¿que tus raíces alimentarían al mercado?
¿que contarías de espaldas tus versos?

Temeroso del salvaje plagio
ocultándolos de la ávida mirada
imaginando sueños caducados
la apasionada esencia hipotecada
vuelo sin vértigo de abismo
la ilusión una estrofa del pasado
lujuria carente de misterios
vocacionales sueños vale vista
delirios en círculos memorizados
belleza bellamente valorizada
espejismos acuosos de colores
mercaderes artesanos del cohecho
que ofrecen el soborno del destierro
tasando la locura y desparpajo
bello arte inspirado por contrato

El chantaje, es mínimo porcentaje
el peaje que multiplica espejos
el precio por estar en librerías
para que te archiven en bibliotecas,
una mano que salude desde lejos
reparta viables besos agradecidos,
una sonrisa de pájaros muertos,
un escritorio que pone distancias
para autografiar a parroquianos,
un podio con derecho a opinar
con gran cobertura comunicacional.

Camaradas deberían estar agradecidos
por haber contado con tu presencia
compartido tu mesa sin apellidos
cuando entregarse era acto de nobleza
el amor fraterno, causa incondicional.